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Hablan de suicidio – Cualquier conversación sobre suicidio, morir o auto lastimarse, tales como “Ojalá no hubiera nacido”, “Si te vuelvo a ver…” y “Estaría mejor muerto(a)”.

Buscan métodos letales – Buscan acceso a armas, píldoras, cuchillos u otros objetos que podrían ser utilizados en un intento de suicidio.

Preocupación por la muerte – Insólito enfoque en la muerte, morir o la violencia. Escribir poemas o relatos sobre la muerte.

No hay esperanza para el futuro – Sentimientos de impotencia, desesperanza y de estar atrapado (“No hay manera de salir”). Creen que las cosas nunca mejorarán o cambiarán.

Auto-aborrecimiento, auto-odio – Sentimientos de inutilidad, culpa, vergüenza y auto-odio. Sentirse como una carga (“Todo el mundo estaría mejor sin mí”).

Ponen sus asuntos en orden – Hacen un testamento, regalan posesiones muy queridas. Se ponen a cuenta con los miembros de la familia.

Dicen adiós o se despiden – Visitan o llaman a familiares y amigos inusual o inesperadamente. Dicen adiós a la gente como si no fueran a verlos de nuevo.

Se retraen o se aíslan de los demás – Se retiran de amigos y familiares. Aumentan el aislamiento social. Desean que los dejen en paz.

Tienen comportamiento autodestructivo – Aumentan el consumo de alcohol o drogas, conducen imprudentemente, tienen sexo arriesgado. Toman riesgos innecesarios como si tuvieran un “deseo de muerte”.

Sienten una repentina sensación de calma – El experimentar una súbita sensación de calma y felicidad después de estar extremadamente deprimidos puede significar que la persona ha tomado la decisión de suicidarse.

Estos pueden ser los síntomas que podemos detectar en una persona que quiere quitarse la vida y de los cuales debemos estar alertas si encontramos cualquiera de estos comportamientos.