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Al igual que los adultos, tambien existe la Depresión infantil. Esto es algo raro y como los niños en realidad son los seres humanos más puros, se puede decir que si un niño está deprimido, es un problema bastante serio.
Uno de los conceptos erróneos más comunes sobre la depresión infantil es: “¿por qué tienen que deprimirse los niños?”. Tal vez esto revela algunos malentendidos sobre la depresión infantil y lo que es. De hecho, es bastante similar a la “depresión clínica” de la terminología médica y no es sólo estados de ánimo resultantes de que un niño está ‘deprimido’ porque simplemente haya sido castigado o se les haya dicho que no puede tener algo. No, la depresión infantil es más intrusiva en la existencia misma del niño, y puede ser duradera si no es atendida como una amenaza para la vida.

Tal vez otro concepto erróneo tenga que ver con nosotros, quienes podemos pensar que la niñez es una etapa libre de cuidados y sin problemas de la vida humana. No necesariamente es cierto, pues con la aceptación de los compañeros, la escuela y las expectativas familiares, etc, es suficiente para hacer que un niño se preocupe y podría ser un gran factor a tener en cuenta en lo que respecta a lidiar con un caso de depresión infantil.

Otras causas de la Depresión infantil:

1. Antecedentes familiares de enfermedad mental o suicidio.

2. Abuso (físico, emocional o sexual)

3. Enfermedades crónicas.

4. Pérdida de un padre a una edad temprana, por muerte, divorcio o abandono.

5. Dieta inadecuada y falta de ejercicio suficiente.

6. Exposición excesiva a factores negativos, como discusiones de sus padres, barrios malos, etc.

7. Insuficiente atención de los padres. Aunque esta no es una lista concluyente de las causas de la depresión en los niños, estos factores pueden ser los más comunes.

Síntomas:

1. Pérdida de interés en pasatiempos y actividades

2. Cambio brusco en el apetito

3. Cambio en los patrones de sueño (aumento o disminución).

4. Dificultad para concentrarse.

5. Hacer declaraciones de baja autoestima, como “no soy lo suficientemente bueno, soy estúpido…”

6. Tristeza persistente.

7. Pensamientos recurrentes de suicidio.

8. Excesivo apego o alejamiento. Si usted nota algo de esto en el comportamiento de su hijo, puede ser el momento de buscar ayuda. Sin embargo, tenga en cuenta que el primer paso puede ser una buena conversación con su hijo.

Vuelva a conectar con ellos. Haga planes para una escapada diciendo cosas como “¿qué tal si tú y yo vamos al parque, sólo nosotros dos, eh?”. Ahora, aprovecha este tiempo para ver cuidadosamente cuál podría ser el problema.

Además, puede tomar prestado de los principios del yoga y la sanación natural, y ahora será un buen momento para evaluar toda la dieta de su familia. Recuerde: “eres lo que comes”. La dieta juega tal vez el papel más importante en la salud de uno, especialmente en los niños durante sus etapas de crecimiento, por lo que todos los esfuerzos deben hacerse para hacer cumplir ‘agradablemente’ una dieta adecuada. Es posible que no tenga que trabajar demasiado duro, la mayoría de los niños aman los plátanos y otras frutas dulces y jugos frescos. Verduras… tal vez no tanto, pero usted puede educar en ese sentido. Trate de reemplazar los alimentos procesados por otros más saludables.

Tómese un tiempo para estar ahí para su hijo, o al menos sea consciente de quién es el que está alrededor más. Recuerde que los niños son maravillosos imitadores. Si usted mismo está deprimido, recomiendo alternativas libres de drogas como el yoga y la comida adecuada, mencionadas anteriormente.

Dedique treinta minutos o más al día para la recreación al aire libre para usted y su familia. Las visitas al zoológico, el juego activo y la natación tienden a aliviar la tensión creada en el hogar, la escuela y el trabajo, y esto puede ayudar mucho a curar la depresión infantil en la familia. Haga esfuerzos para ser alegre tanto como sea posible, ya que los niños imitan lo que sus padres hacen constantemente.

Finalmente, si usted es de una inclinación espiritual, pruebe el poder de la oración e introduzca su hijo a él. Jesús dijo: “Dejad que los niños pequeños vengan a mí y no los prohíban, porque de ellos es el reino de Dios.” Creo que un niño conectado con Dios es una manera segura de prevenir la Depresión infantil (por supuesto, con los factores mencionados anteriormente.) Es importante ser un buen padre o ser un modelo a seguir para un niño, aún más cuando se trata de un niño deprimido. Sin embargo, con las sugerencias dadas, si se aborda adecuadamente, la depresión infantil no tiene por qué ser algo por lo que su hijo tenga que pasar.

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